lunes, 13 de julio de 2009

CRÓNICAS BIZANTINAS

Hola, ¿cómo estás? Estoy en Fernando ahora. No me hallo. Estoy en el auto de Reinaldo, en el asiento trasero, mirando la ciudad por el retrovisor. Hay un hombre, un pesacadero, que se mueve de esquina a esquina como Björk en Army of me. Me quiero ir, pero no sé adónde ir, no tengo adónde ir, es decir, sí tengo adónde ir, y hay muchos lugares adonde quiero ir, pero ndéra, soy todo indecisiones y repliegues ceremoniosos. Hay demasiados autos, no tantos, pero demasiados para mí.