Esos terrores. El archivo absoluto de canciones: Los arrebatos imprecisos que se cuelan por su profesar algo y le exasperan cuando en algún índice, en inglés, en portugués, la furia ígnea tiene algún gemelo hermoso; lo suyo, piensa, no pasa entonces de un deleznable impostor, de una réplica difusa y pueril que merece la hoguera, la desaparición forzosa, porque da la impresión de que todo está solfeado y de que no se requieren trucos cuando el envido está cantado y uno se agüena.[1]
De nada sirve florear sus frases con imágenes ni figuras porque con o sin ellas algún compositor profirió la misma angustia en country o en bossa nova, en polka jahe’o,[2] en alguna novela o en las locuciones que le asquean, piensa. Cuando alguien se sube a la tarima y hace reclamos que ya allá del otro lado de
Se le ocurre de todo; todos lugares comunes, ronroneos o crujir de triplex bajo el agua. Y la alternativa parece obvia: Crear la impresión de un instrumento imaginario que se ejecuta doblando el espinazo y recitar alguna indefinible jerigonza. Pero ya existe esa canción.
[1] Agüenarse: Abuenarse. En el juego de truco, sumar puntos suficientes para tener una buena, la mitad de los puntos requeridos para ganar el partido.
[2] Polka jahe’o: Variante popular de la polka paraguaya. Jahe’o significa sollozo, se aplica a la música para referirse tanto al modo de cantar como a las letras que por lo general relatan amores frustrados o penurias del hombre del campo.
1 comentario:
Es díficil la originilidad al 100%, por eso es solo un elemento de la creatividad; a mi parecer, no es el valor supremo de la misma. Muchas canciones se repiten, lo que no significa que sean iguales. Aunque, sería genial encontrar o realizar una canción única y perfecta.
Saludos de insomne.
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